Dibujar una forma percibida es principalmente una función del hemisferio derecho. Para dibujar una forma hay que «desactivar» el modo izquierdo y «activar» el derecho, una combinación que provoca un estado subjetivo ligeramente alterado, bajo la dirección del hemisferio derecho. Las características de este estado subjetivo han sido mencionadas por los artistas: una sensación de «conexión» con la obra, pérdida del sentido del tiempo, dificultad para usar palabras o entender lo que les dicen, una sensación de confianza y falta de ansiedad, una clara percepción de las formas y espacios, que quedan sin nombrar.
Es importante experimentar el paso de un modo a otro, el paso desde el estado ordinario, verbal y analítico, al estado espacial y no verbal. Preparando las condiciones para este cambio y experimentando la diferencia entre ambos estados podrás reconocer y fomentar este estado mental que te hará capaz de dibujar.
Los ejercicios que siguen están específicamente ideados para ayudarte a escapar del predominio del hemisferio izquierdo. Podría seguir describiendo el proceso con palabras, pero sólo tú puedes experimentar por ti mismo este cambio en el estado subjetivo. Tal como dijo en cierta ocasión Fats Waller, «Si tienes que preguntar lo que es el jazz, es que no lo sabrás nunca». Lo mismo pasa con este estado: hay que experimentar el paso del modo-I al modo-D, observar el estado propio del modo-D y de esta manera ir conociéndolo.
Probablemente ya conoces este tipo de dibujo engañoso. Mirado de una manera, parecen ser dos caras vistas de perfil. De repente, según estamos mirándolo, el dibujo parece cambiar y se transforma en una copa. La Figura 4-1 es una de sus muchas versiones. Fig. 4-1. |
Antes de empezar: Lee todas las instrucciones para hacer el ejercicio.
1. Dibuja el perfil de una cara en el lado izquierdo del papel, mirando hacia el centro. (Si eres zurdo, dibuja el perfil en el lado derecho, también mirando hacia el centro.) (Figuras 4-2 y 4-3) Haz tu propia versión del perfil. Suele ser mejor que el perfil proceda de tu propia reserva de símbolos memorizados.
2. A continuación, dibuja líneas horizontales arriba y abajo, formando los límites superior e inferior de la copa (Figuras 4-2 y 4-3).
4.2. Diestros
4.3. Zurdos
3. Repasa con el lápiz el primer perfil. Al pasar por cada uno de los rasgos, nombrándolos para tus adentros: frente, nariz, labio superior, labio inferior, barbilla, cuello. Repite este paso una vez más. Esta es una tarea del lado izquierdo: dar nombre a las formas simbólicas.
4. Luego, empezando por arriba, dibuja el segundo perfil, para completar la copa. Este segundo perfil debe ser un doble invertido del primero, para que la copa sea simétrica (vuelve a mirar el ejemplo de la Figura 4-1). Estate atento a las ligeras señales cerebrales que indican un cambio en el modo de procesar la información. Puede que en cierto momento, mientras dibujas el segundo perfil, experimentes una sensación de conflicto mental. Fíjate en esto. Y observa cómo resuelves el problema.Descubrirás que estás dibujando el segundo perfil de un modo diferente. Este es el modo de dibujar del hemisferio derecho.
Antes de seguir leyendo, haz el dibujo.
Después de terminar: Ahora que has completado el dibujo de copa-caras, reflexiona sobre cómo lo hiciste. Probablemente dibujaste el primer perfil con bastante rapidez y después, tal como se te indicó, lo repasaste mientras verbalizabas el nombre de cada rasgo.
Este es un modo de procesamiento típico del hemisferio izquierdo:dibujar formas simbólicas de memoria y darles nombre.
Al dibujar el segundo perfil (es decir, el perfil que completa la copa) puedes haber experimentado, como ya dijimos, cierta confusión o conflicto. Para continuar el dibujo tuviste que encontrar un modo diferente, un proceso distinto. Probablemente perdiste la sensación de estar dibujando un perfil y te encontraste examinando el espacio entre los dos perfiles, apreciando ángulos, curvas, entrantes y salientes, y longitudes de línea, relacionando las formas opuestas, que ahora quedan sin nombre. Dicho de otra manera, estuviste haciendo constantes ajustes en la línea que dibujabas, comprobando dónde estaba y a dónde iba, examinando el espacio entre el primer perfil y la copia invertida.
NAVEGANDO EN UN DIBUJO
A LA MANERA DEL HEMISFERIO DERECHO
Al hacer el dibujo de la copa y las caras, dibujaste el primer perfil a la manera del hemisferio izquierdo, como el navegante europeo, primero una parte y luego otra, y nombrando las partes una a una. El segundo perfil lo dibujaste a la manera del hemisferio derecho. Como el navegante de la isla Truk en los Mares del Sur, vigilando constantemente para ajustar la dirección de la línea. Probablemente te encontraste con que nombrar las partes (frente, nariz, etc.) parecía confundirte. Era mejor no pensar en el dibujo como en una cara, y resultaba más fácil usar como guía la forma del espacio entre los dos perfiles. En otras palabras, era más fácil no pensar en palabras. Al dibujar con el lado derecho del cerebro, como hacen los artistas, si se usan palabras es para preguntar cosas como:
«¿Dónde empieza esta curva?»
«¿Cómo es de cerrada?»
«¿Qué ángulo forma esta línea con el borde del papel?»
«¿Cuál de estas dos líneas es más larga?»
«¿Dónde está este punto en relación con el borde superior (o inferior) del papel?»
Estas son preguntas propias del modo-D: espaciales, relativas y comparativas. Nótese que no se nombran las partes. No se afirma nada, no se sacan conclusiones tales como «la barbilla debe sobresalir tanto como la nariz» o «la nariz es curvada».
En el siguiente ejercicio hay que centrar la mente en los factores relativos y no verbales. Si el hemisferio izquierdo se entromete con frases verbales acerca de las imágenes (copa y caras), hay que tratar de calmarlo. El Observador oculto puede decir «¿Quédate a un lado, por favor. El otro hemisferio puede hacerse cargo. No se tardará mucho y enseguida estaremos contigo».
(Esto puede sonar un poco ridículo, pero es necesario porque el hemisferio izquierdo no está acostumbrado a que le hagan callar, y en cierto sentido hay que consolarlo.
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LA COPA BARROCA Y LA CARA DE MONSTRUO
Haz un segundo dibujo, siguiendo las instrucciones. Lee todas las instrucciones antes de empezar.
1. En la parte izquierda del papel (o en la derecha, si eres zurdo), dibuja un perfil. Esta vez, dibuja la cara más rara que puedas conjurar: una bruja, un ogro, un monstruo. Ve nombrando las partes de la cara al dibujar el perfil, y nombra también todos los aditamentos que dibujes: verrugas, papadas, etc. Las figuras 4-4 y 4-5 presentan ejemplos, pero trata de crear tu propio perfil.
Fig. 4-4 Con la mano izquierda (zurdos). Fig. 4-5 Con la mano derecha. |
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2. Una vez terminado el primer perfil, añade las líneas horizontales arriba y abajo, para definir los límites de la copa.
3. Dibuja ahora el perfil invertido, completando la copa, que esta vez será una copa barroca.
Lo mismo que en el ejercicio anterior, el primer perfil es un dibujo al estilo izquierdo, con formas simbólicas que representan los rasgos de la cara. Tratándose de un perfil tan complicado, el mejor modo de dibujar el segundo perfil -quizás, incluso, el único modo de hacerlo- es con el control del hemisferio derecho. La complejidad de la forma fuerza el cambio al modo-D. Lo que interesa en este ejercicio no es hacer un dibujo perfecto, sino tratar de sentir el cambio del modo-I al modo-D. Trata de experimentar la diferencia entre ambos modos. Cuando empieces a reconocer que has cambiado de estado habrás dado un primer paso para aprender a controlar por voluntad consciente el lado del cerebro que empleas para cada tarea.
Tratar de dibujar una forma usando el modo verbal del hemisferio izquierdo es como tratar de enhebrar una aguja con los pies. No hay manera de hacerlo. Lo que se necesita es poder «desactivar» el hemisferio izquierdo y activar el derecho. Esto exige desbloquear el derecho o, tal como dijo Aldous Huxiey, «abrir la Puerta del Muro».
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