LA IMAGEN CABEZA ABAJO, PARA PASAR AL MODO-D
Las cosas familiares no parecen las mismas cuando se ven cabeza abajo. Automáticamente asignamos a las cosas una parte superior, otra inferior, etc., y esperamos ver las cosas orientadas del modo habitual. Es decir, con la cabeza arriba y los pies abajo. Con esta orientación podemos reconocer las cosas familiares, nombrarlas y clasificarlas, acomodando lo que vemos a nuestros recuerdos y conceptos almacenados.
Cuando una imagen se ve cabeza abajo, las pistas visuales no concuerdan. El mensaje es extraño, y el cerebro se confunde. Vemos las formas y las zonas de luz y sombra. En general, no nos molesta mucho ver imágenes cabeza abajo, a menos que nos pidan que nombremos la imagen. Entonces la tarea puede ser exasperante.
Vistas al revés, hasta las caras conocidas son difíciles de identificar. Por ejemplo, la fotografía de la Figura 4-6 representa a un famoso americano. ¿Reconoces a quién? Es posible que hayas tenido que dar la vuelta al libro para comprobar que se trata de John F. Kennedy. Incluso después de darte cuenta puede que la imagen invertida te siga pareciendo extraña.
DIBUJO INVERTIDO
Vamos a aprovechar esta falla en las habilidades del hemisferio izquierdo para darle al modo-D una oportunidad de tomar la dirección durante un rato.
La Figura 4-7 es una reproducción de un dibujo de Picasso visto cabeza abajo. Tienes que copiar esta imagen invertida, y, por lo tanto, tendrás que dibujar al revés; es decir, tienes que copiar el dibujo de Picasso tal como lo ves.
- Dibujo de Picasso.
- Lápiz 2B 4B
- Sacapuntas.
- Goma.
Tiempo:
Entre 30 y 40 minutos.
Antes de empezar: Lee todas las instrucciones que siguen.
1. Busca un lugar tranquilo para dibujar, donde nadie te moleste. Pon música, si lo deseas. Cuando pases al modo-D, la música se desvanecerá. Acaba el dibujo en una sesión, digamos de treinta a cuarenta minutos. Puedes usar un despertador para no tener que ocuparte del tiempo (una función del hemisferio izquierdo). Y, sobre todo, no des la vuelta al dibujo hasta que hayas terminado. Si lo hicieras, podrías volver al modo-I, cosa que queremos evitar mientras estés aprendiendo a experimentar el modo-D.
2. Mira el dibujo invertido (Figura 4-7) durante un minuto, observando los ángulos, líneas y formas. Observa cómo todas las líneas encajan. Donde termina una, empieza otra. Las líneas mantienen ciertos ángulos unas con otras y con los bordes del papel.
De hecho, las líneas forman los bordes de los espacios, y se pueden ver las formas de los espacios encerrados por las líneas.
3. Empieza a dibujar por arriba, y copia cada línea, pasando de una línea a la adyacente, progresando como si se tratara de un rompecabezas. No te preocupes por los nombres de las partes; no es necesario. Es más, si llegas a una parte que tal vez podrías nombrar, sigue diciéndote a tí mismo: «Bien, esta línea se curva por aquí; aquí se le cruza esta otra, haciendo esta pequeña forma; esta línea es casi paralela al borde del papel.» Trata de no pensar en lo que son las formas, y evita cualquier intento de reconocer o nombrar las partes.
4. Empieza ya a dibujar, progresando línea a línea y parte por parte.
5. Una vez que hayas empezado, te encontrarás muy interesado en las relaciones entre las líneas. Para cuando estés bien enfrascado en el dibujo, el modo-I se habrá desactivado (ésta no es una tarea apetecible para el hemisferio izquierdo; es muy lenta, y resulta muy difícil reconocer las cosas) y el modo-D estará en funcionamiento.
Recuerda que todo lo que necesitas saber para dibujar la imagen está delante de tus ojos. Ahí está toda la información, facilitándote la tarea. No la compliques; es de verdad así de sencilla.
Después de terminar: Cuando termines y le des la vuelta al dibujo, probablemente te sorprenderás de lo bien que ha quedado...
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